2 de septiembre de 2016

“El despertar de la señorita Prim” en 24 tuits (Natalia Sanmartin Fenollera)

Natalia Sanmartin Fenollera
  1. San Ireneo de Arnois era, en realidad, una floreciente colonia de exiliados del mundo moderno en busca de una vida sencilla y rural.
  2. El estado de mi biblioteca le dirá todo lo que debe saber sobre mi capacidad organizativa.
  3. He tenido la inmensa suerte de que aquí se me haya permitido ser dueña de mi tiempo.
  4. Es maravilloso interrogarla, no hay ni rastro de conversación de ascensor en usted.
  5. Aquí todos pertenecemos, por decirlo así, a un club de refugiados.
  6. Hay personas que un buen día se hacen conscientes de que les falta la pieza principal de un puzle que no pueden completar.
  7. En tiempos de mi padre un bibliotecario no se consideraba exactamente un empleado, era un puesto de confianza.
  8. Considero que la educación de una mujer no está de ningún modo completa si no se vive algún tiempo en Italia.
  9. Lo que deseaba contratar San Ireneo para sus hijos era exactamente eso: una maestra sin pretensiones intelectuales.
  10. No puedo creer que una mujer tan dulce como usted ame en abstracto.
  11. La señorita Prim comenzaba a apreciar aquella áspera sinceridad tanto de inmisericordes juicios como de halagos deliciosamente sinceros.
  12. No es en el marido donde debe buscar la armonía, no. Es en el matrimonio, es en la combinación de ambos donde debe hallarla.
  13. Un hombre no demasiado honesto puede mantenerse en los límites de la decencia si tiene la fortuna de ser poco agraciado y de escasos recursos.
  14. La directora de La Gaceta de San Ireneo tenía ese encanto indefinible de las personas que callan más de lo que dicen.
  15. Es curioso que los hombres escriban mayoritariamente para ambos sexos, mientras que las autoras dirigen sus libros a las mujeres. Salvo honrosas excepciones.
  16. No se admira en otro una cualidad que uno mismo tiene.
  17. Se admira lo que uno no tiene y ve brillar en el otro en todo su esplendor.
  18. Es la diferencia y no la igualdad lo que alimenta la admiración entre dos personas.
  19. El fuego es mucho más que un medio para calentar una habitación, para mí es el corazón de cualquier hogar.
  20. Las creencias teóricas no salvan a nadie. La fe no es algo teórico.
  21. La experiencia de una sola vida humana es un campo de estudio estrecho.
  22. No se sorprenda si descubre finalmente que la belleza no es un qué, sino un quién.
  23. La señorita Prim ahora necesitaba aire. Necesitaba sentirlo en la cara al caminar, necesitaba olerlo y respirarlo.
  24. A veces se descubría pensando en cuánto tiempo había vivido sin necesidad de aire.


El despertar de la señorita              
Natalia Sanmartin Fenollera
Ed. Planeta
Barcelona, 2013
352 págs.


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